Por Marycruz Gil de Earthgonomic México
El Protocolo de Kyoto fue creado el 11 de diciembre de 1997, en Kioto Japón, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los cuales son acumulaciones de dióxido de carbono que se encargan de mantener caliente la Tierra de manera natural.
Sin embargo, con el paso de los años, los GEI se han convertido en una amenaza para el planeta debido a la acumulación acelerada de estos, provocados de manera artificial por el ser humano, con la quema de gases industriales, el gasto excesivo de energía eléctrica, entre otras formas en las que se produce dicha acumulación, lo que ocasiona una problemática ambiental mundial: el calentamiento global.
Acordado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto entró en vigor hace 15 años, es decir, fue adoptado en el 2005. Esto ha traído diferentes logros, que, de acuerdo a la página de la Secretaría de Gobierno y Recursos Naturales, han sido:
- Que los gobiernos suscribientes establezcan leyes y políticas para cumplir sus compromisos ambientales.
- Que las empresas tengan al medio ambiente en cuenta al tomar decisiones de inversión.
- Fomentar la creación del mercado del carbono, cuyo fin es lograr la reducción de emisiones al menor costo.
Dentro de los principales gases de efecto invernadero se encuentran vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno, ozono. Además, el Protocolo de Kyoto también se encarga de promover el desarrollo sostenible en los países en desarrollo como México que, en el 2000 ratificó dicho instrumento ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el primer periodo de vigencia que fue de 2008/2012, las reducciones lograron ser de 22% en comparación de 1990 donde se buscaba una reducción del 5% en 36 países industrializados.
Aún falta mucho camino por recorrer para reducir el cambio climático; sin embargo, se cuenta con corto tiempo. Actualmente, existen empresas socialmente responsables que se encargan de mitigar, reducir y contrarrestar el deterioro ambiental que por años se ha acumulado.
A través de certificaciones y adecuadas capacitaciones, el protocolo de Kyoto puede llevarse con éxito en los países industrializados y en vías de desarrollo como con la Certificación de Responsabilidad para el Equilibrio Ambiental, CREA ®, que galardona y reconoce a las empresas que alcancen la excelencia en la gestión ambientaly unóptimo manejo de recursos naturales integrando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU.
A pesar de las medidas establecidas por empresas responsables con el medio ambiente, internacionales y nacionales, el cambio climático es responsabilidad de cada habitante en el planeta. Es por ello, que frenar la acumulación de GEI es un compromiso que todos los seres debemos asumir empezando con acciones pequeñas como: utilizar menos aparatos electrónicos que generen mucha energía eléctrica, comprar productos con eco etiquetas, tratar de usar medios de transporte alternativos como bicicleta, entre otros métodos.
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