De acuerdo con los comentarios compartidos entre las personas, así como entre los profesionales de la información noticiosa, nadie habría pensado y mucho menos esperado que después de 9 meses, tendríamos que estar en una situación de contingencia que nos obligara a cambiar drásticamente nuestra forma de vivir, sustituyendo la calle por el encierro en casa, los abrazos fraternales por la sana distancia y las máscaras de día de muertos o halloween –para los asiduos a esta tradición- por los cubre bocas y las máscaras anti-COVID.
Incluso en las organizaciones que cuentan con los llamados planes de continuidad y recuperación, jamás se consideró un escenario tan prolongado en donde se tuviera que operar bajo contingencia, por causas de enfermedad, epidemia o pandemia.
Sin embargo y a pesar de esta llamada “nueva realidad”, la pandemia de COVID-19 no solo ha traído cosas malas, sino que también ha sido una gran oportunidad para reencontrarse con uno mismo y con sus seres queridos, para reencauzarse en el rumbo hasta ahora seguido, para revalorar aquellas cosas simples pero bellas que debieran llenar nuestra vidas y para muchas otras cuestiones, que nos puedan llevar a recuperar la confianza y la fe, en esa compleja y enigmática especie que conocemos como “especie humana”.
Haciendo una recopilación, de algunos de los principales aciertos observados entre las personas que han sabido sacar ventaja de esta situación, he podido constatar lo siguiente:
- Aquellos que decidieron retomar el estudio formal, como una manera de mantenerse ocupados pero además de asegurar su vigencia y renovación profesional en el ya complicado mercado laboral.
- Aquellos que decidieron retomar o reforzar la actividad física de manera segura, para procurarse fuerza y mejores condiciones que los llevaran a evitar o incluso a salir mejor librados de un eventual contagio.
- Aquellos que decidieron retomar la lectura como alimento para la mente, así como una forma de autoestudio y educación práctica.
- Aquellos que decidieron mantener un equilibrio emocional al procurarse datos e información útil, que los llevara a tomar las medidas de salud adecuadas, evitando caer en el exceso de información negativa o en una saturación informativa.
- Y aquellos que decidieron retomar o acercarse a la práctica de alguna actividad que los llevara a establecer una relación armoniosa y de paz con su espíritu, cultivando la “fe”.
Te invitamos a leer:
8 errores en el diseño de la comunicación digital